sábado, 12 de marzo de 2011
Realmente...
Bueno... moraduras... no lo puedo llamar grave puesto que fue un accidente mortal pero si paso un día y medio o así inconsciente y un par de días más en observación para evitar sorpresas en un futuro, Rogelio además de aguantar un poco el dolor por el golpe tuvo que aguantar una depresión que le duró casi un año, poco tiempo después, al salir del hospital más o menos recibía una carta, la herencia de sus padres era bastante favorable aunque no era mucha compensación una perdida así para alguien tan joven... como no le faltaba demasiado para cumplir los 18 años y tenía dinero para subsistir tramitó el papeleo necesario para poder vivir a sus anchas aún siendo menor. Dejó los estudios y a los 18 más o menos cuando había superado la depresión por la muerte de sus padres abrió un restaurante, lo llamó Restaurante Amelí, le gustaba ese nombre, aunque no tuviese un significado importante en ese momento. Se sacó los certificados de manipulador de alimentos de varias formas que existían para saber bien como debía avanzar, con un par de ideas, tomando ejemplos de otros restaurantes del barrio, apuntó lo que creía correcto y contrató a un camarero como ayudante, se llamaba James, a partir de ahí emprendieron el negocio que en un futuro, podría causar ciertos problemas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario